Los aprendizajes y sueños de estudiantes en un encuentro con la Directora Regional de UNICEF

Preocupaciones y experiencias de quince adolescentes durante la pandemia por COVID-19

Por: Ricardo Monzón
Adolescentes y adultos en el patio de una escuela saludan para una fotografía grupal
UNICEF/UN0578545/Moya
13 Enero 2022

Luissana se siente muy bien, está alegre, tranquila y aprendiendo cada día. Y cuando le preguntan cómo definiría esta etapa de su vida contesta “como una bomba de tiempo”.

La respuesta preocuparía si no se tratase de una adolescente. Luissana Marcano tiene solo 17 años, es migrante en el Perú, y acaba de terminar la secundaria en un colegio de Lima Norte en el que pudo volver a la semi presencialidad, y así conocer a sus compañeros de aula y a sus profesores a pesar de la pandemia.

Ya sin el uniforme azulino con el que asistió los últimos meses al colegio, con el cabello suelto y zapatillas de color distintas al blanco habitual que se usa para el cole, Luissana sabe que está en transición hacia la adultez.

Un adolescente y una mujer se saludan en el patio de una escuela
UNICEF/UN0578540/Moya

Con firmeza, asegura que siente su vida ‘como una bomba de tiempo’ no en alusión a ondas explosivas que podrían generarse a su alrededor, sino con respecto a sus vivencias y a la intensidad con que las vive. A su edad, viene afrontando cambios físicos, emocionales y sociales dramáticos que le dan vértigo a su futuro y la llenan de expectativa.

Las y los adolescentes como ella afrontan una etapa necesaria y retadora. No ha sido fácil para ella vivir en casa durante la pandemia, como tampoco lo ha sido para Lucero Villegas, peruana, de 15 años, que confiesa haber desarrollado últimamente habilidades comunicativas que tenía escondidas. Dice haber madurado en sus convicciones y quiere demostrarlo.

Lucero pidió la palabra y, con aplomo, planteó el principal reto que afrontan en esta coyuntura las y los chicos de su edad, y que será fundamental para destacar a pesar de los vaivenes que les esperan: adaptarse.

“Esta es una etapa donde tratamos de encontrarnos a nosotros mismos, de saber quiénes somos, qué queremos, qué necesitamos, qué sentimos y adónde vamos. Ahora, en pandemia, ser adolescente y estudiante es adaptarse”, indica Lucero.

Luissana y Lucero formaron parte de un grupo de quince adolescentes de escuelas públicas de los distritos de Carabayllo, Comas y San Martín de Porres, en la zona norte de Lima Metropolitana, que participaron de un encuentro con la directora regional de UNICEF, Jean Gough. Ella se comprometió a elevar sus voces a nivel político para que sus preocupaciones formen parte de las políticas públicas para el desarrollo adolescente en el Perú. 

UNICEF, en coordinación con la UGEL 2 de Lima Metropolitana, ha abogado por la reapertura de las escuelas, por la integración entre la población escolar migrante y la nativa, y ha brindado asistencia técnica. Anabel Poma, directora de esta unidad de gestión educativa local, participó del encuentro, y alentó a chicas y chicos a siempre expresar sus opiniones. “Háganlo con respeto y responsabilidad”, señaló.

LA VOZ DE LAS Y LOS CHICOS

Los chicos sentados al aire libre opinaban. Al otro lado de la ronda que formaron las y los adolescentes, Jean Carlos se veía emocionado. Quería descifrar si de alegría o de tristeza cuando se dio cuenta que era por ambas razones. Venezolano, de 16 años, y también recientemente graduado de la escuela básica, Jean Carlos Correa relataba lo difícil que fue y continúa siendo haber dejado su vida, amigos y entorno de su natal país para abrirse camino con su familia.

Con la responsabilidad de seguir formándose y contribuir con la sociedad que lo recibía fuera de las aulas escolares, identificó durante el encuentro los principales temas a abordar para garantizar el desarrollo integral y el acceso a los derechos de las y los adolescentes.

Después de acomodarse los lentes de sol que llevaba colgando sobre la cabeza, mencionó, en primer término, la eliminación de la discriminación y la xenofobia como aspectos a trabajar en la comunidad donde vive. Señaló haberse visto directamente afectado por estos temas. Se refirió luego a la necesidad de reducir la contaminación ambiental y combatir la violencia hacia la mujer, como también a abordar aspectos relativos a las salud sexual y mental adolescente.

Un adolescente toma un micrófono
UNICEF/UN0578555/Moya

Adolescentes, como José Ayala (17) y María Fernanda Bautista (14), consideraron imperativo que las escuelas abran sus puertas a la presencialidad, y señalaron la necesidad de que el sistema educativo escolar desarrolle estrategias que faciliten a chicas y chicos desarrollar sus potencialidades. A la reunión con la directora regional de UNICEF asistieron dos estudiantes con problemas auditivos. Fiorella Falcón (14) y Ana Colchado (15) relataron las dificultades académicas que tuvieron que enfrentar durante la virtualidad.

Al finalizar el encuentro, la representante de UNICEF en Perú, Ana de Mendoza, saludó la claridad con que expresaron sus preocupaciones y dijo que estas coinciden con los enfoques y prioridades del trabajo que se realiza en país.

“Los felicito y me gustaría tener su compromiso para que el liderazgo que tienen lo puedan extender al menos a todos sus distritos. Vamos a tratar que sus voces sean escuchadas alto, fuerte y claro”, concluyó Ana de Mendoza.

Un grupo de adolescentes reunidos, con distanciamiento por la COVID-19, en el patio de una escuela