A María de los Ángeles le encanta la ciencia y la tecnología. Se siente como pez en el agua cuando tiene clases de matemática, física, química y biología. Es por eso que luego de pensarlo bien ha decidido que, al finalizar este año, cuando termine quinto de secundaria va a postular a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para estudiar ciencias de la salud. Con los cabellos largos y una mirada traviesa, nos cuenta que le encanta su colegio y es bien amiguera. “Es un lugar donde chicas y chicos podemos conversar, participar y escucharnos, eso es lindo”.
A sus 15 años, desenvuelta, con una mirada feliz, ella misma rompe su historia ideal cuando nos cuenta que su niñez fue difícil. Problemas en casa la hicieron sentir que ella no era buena para muchas cosas, entre ellas el estudio. Hasta que a los ocho años se fue a vivir con su padre. Él se plantó delante de ella y le dijo mirándola a los ojos que era capaz de conseguir todo lo que se propusiera, que era inteligente y que lograría muchas cosas en la vida. Con eso en mente y apenas creyéndolo, María de los Ángeles fue a las clases de reforzamiento de la escuela pública donde la matricularon. Con las justas podía leer y no sabía escribir.
“Al inicio fue muy complicado pero cada vez que llegaba a casa, mi papá se sentaba conmigo y me enseñaba lo que no había comprendido. Como a él le encantan las matemáticas me las enseñó de una manera tan fácil que siempre las operaciones me parecieron sencillas y creo que por eso soy muy buena en eso y me gustan los cursos de ciencia”.
Ella siente que ha roto muchos esquemas. Este año termina la secundaria, lo que significa que está dentro del 83.6% de mujeres entre 17 y 18 años que logran concluir la escuela y está a punto de pertenecer al 25% de mujeres que estudian una carrera de ciencias. “En el colegio comparto con mis profesores y amigos lo que quiero ser. La mayoría de las chicas lo ve un poco complicado, pero a mí, me encantan las ciencias”.
Para que más chicas como María de los Ángeles le pierdan el miedo a las ciencias y a las matemáticas, y sientan que son competentes en estos cursos UNICEF promueve que niñas y adolescentes se interesen por las llamadas disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, ingeniería y Matemáticas) así como el “Programa +Poder Adolescente” que busca que las adolescentes mujeres desarrollen y fortalezcan su capacidad de decidir y negociar en temas que afectan e impactan en sus vidas.
María de los Ángeles dice que tiene mucha suerte porque vive en una familia donde todos se respetan y no hay día en el que su padre le recuerde lo importante que es la educación. “Siempre nos ponen ejemplos de personas que se han superado y estudiar es lo que marca la diferencia. Lo puedo ver con mis propios compañeros. Tengo una amiga que tuvo que dejar la escuela porque salió embarazada y lamentablemente ya no vive con sus padres. Los otros dos tienen familias con problemas económicos y no cuentan con apoyo para seguir estudiando. Es muy triste tener amigos con esos casos, pero es la realidad que vemos en el salón. Por eso estoy tan agradecida de vivir en un hogar donde mi padre siempre me apoyó y me alienta a seguir estudiando.
A poco de empezar las clases en su colegio Villa Angélica de San Martín de Porres, una de las escuelas que forman parte del programa + DIVERSIDAD, María de los Ángeles se está preparando para el regreso a las aulas.Es su último año y lo que más quiere es regresar y encontrar a todo su salón, o por lo menos a la gran mayoría. “A veces pensamos en rendirnos cuando nadie nos apoya, cuando sientes que nunca serás buena para los estudios, pero eso no es cierto. Yo les diría a los chicos y chicas que sigan adelante, así nadie te apoye, tenemos la escuela y hay muchos profesores que nos alientan. Si no eres bueno en lectura, seguro eres bueno en matemáticas. Y si no, siempre habrá algo que te guste y puedas desarrollar. No hay problema, que merezca que te salgas del colegio, te rindas y pares tu vida. Siempre tendremos cómo salir adelante”, nos dice con la mirada segura porque más que nadie, tiene muy claro que la educación, transforma vidas.
