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La primera vez que Tania reflexionó sobre la violencia escolar, quedó impactada. A sus 16 años, muy cerca de terminar el quinto grado de secundaria, había vivido y visto muchas actitudes dentro de su colegio que normalizó pero que, tiempo después, entendió y comenzó a reprochar.
Acomodándose un gorro de lana blanco con un bordado de coronas de rey y reina y dos corazones, se ve en su mano un aro de plata que le compró su madre cuando fue elegida alcaldesa del municipio escolar, hace un año.
La escuela José Gálvez Egúsquiza se encuentra en Acoria, Huancavelica, a 3100 m.s.n.m.
Postular a ese cargo la hizo tomar un protagonismo distinto en su comunidad educativa, en la escuela José Gálvez Egúsquiza de Acoria, en Huancavelica. Asumiendo su liderazgo, estaba convencida que las acciones que iba a realizar desde ese puesto debían tener incidencia en sus compañeros.
“Me animaron mis amigos y mi profesora. Cuando fui elegida, nos pusimos de acuerdo con la tutora para hacer charlas sobre prevención de embarazo precoz, alcoholismo, bullying, entre otros. Antes, en el colegio habían 3 o 4 adolescentes embarazadas por cada grado. Ahora la cifra se ha reducido, pero en el Perú hay estadísticas que deben cambiar”
Tania se refiere a datos preocupantes de su región, como que, hasta el 2018, el 14.1% de adolescentes mujeres abandonaban la escuela debido a que estaban embarazadas o ya eran madres. En cuanto a violencia escolar, según datos de la Primera Fiscalía de Familia de Huancavelica, en el 2022 hubo un incremento de 20% de estos casos respecto a años anteriores.
Como alcaldesa del municipio escolar, Tania espera enseñar lo que ha aprendido. En su corta experiencia como lideresa, sabe que lograr el compromiso de un adolescente significa involucrar a toda una familia, pues se produce un círculo virtuoso de transmisión de conocimientos entre hermanos, padres y madres, en la lucha contra todo tipo de violencia.
Su crecimiento personal se ha potenciado desde que su escuela aplica el programa Secundaria como Experiencia de Vida (SEV) del Ministerio de Educación, gracias al cual ha participado de talleres de salud mental, liderazgo, entre otros temas. UNICEF, con el apoyo de Zonta International, también promueve en Huancavelica la Brigada SíSeVe, con la que se lleva a cabo talleres lúdicos para combatir la violencia escolar.
Desde el inicio del presente plan de cooperación de UNICEF con el Perú, junto con Zonta, se viene realizando el planteamiento de un programa de prevención de violencia escolar en escuelas de Huancavelica y Ucayali, con la participación del propio Ministerio de Educación y la Pontificia Universidad Católica del Perú, el cual se está validando con la comunidad educativa de estas regiones antes de su puesta en marcha, el 2023.
Tania se siente satisfecha de lo que ha venido realizando por sus compañeros y amigos, pero además del esfuerzo del Estado, la sociedad civil y la cooperación internacional, piensa que uno de los principales factores para reducir la problemática de la violencia escolar es la comunicación de padres y madres con sus hijos e hijas. “Ellos han vivido más y saben de los perjuicios de la violencia en las escuelas o de saltarse etapas con un embarazo adolescente”, indica.
Cuando termine la escuela quiere seguir enseñando. Su sueño es ingresar a la carrera de Educación Inicial en la Universidad Nacional de Huancavelica. Sabe que en el camino se encontrará con personas que la animarán a continuar, y quizá también con aquellas que no querrán que prospere en la vida. Eso no le preocupa, dice que le falta mucho por vivir y que, pase lo que pase, se pondrá de pie y saldrá adelante.
