Vacunas de rutina durante el COVID-19: lo que los padres y las madres deben saber

Cómo asegurar la continuidad de la vacunación de rutina para tu hijo o hija durante la pandemia

UNICEF
Las vacunas y la COVID-19
UNICEF/UNI316669/Frank Dejongh
09 Marzo 2022

El brote de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha traído consigo miedo e incertidumbre. Muchos padres y madres se preguntan qué hacer con la vacunación rutinaria de sus niños y niñas en relación con la pandemia. Estamos aquí para dar respuesta a las preguntas más frecuentes.

 

¿Cuándo estarán disponibles medicamentos para ralentizar la propagación del coronavirus (COVID-19)?

Los investigadores están buscando medicamentos para ralentizar la propagación del virus en el cuerpo y reducir los problemas respiratorios graves que puede causar en pacientes enfermos. Pero incluso con los métodos más rápidos, el uso de fármacos en humanos para una nueva enfermedad debe ser probado para garantizar su seguridad y eficacia.

>>Ver cómo lavarse las manos y consejos de limpieza para protegerse contra el COVID-19.

 

¿Mi hijo o hija debería seguir recibiendo las vacunas de rutina durante la pandemia de COVID-19?

Aunque el COVID-19 esté alterando nuestras vidas diarias, la respuesta corta es sí; procura vacunar a tu hijo o hija en los servicios disponibles. Es importante que los niños y niñas, así como los bebés, mantengan sus vacunas al día porque los protegen de enfermedades graves. Eso significa que cuando tus hijos e hijas puedan volver a interactuar con otros niños y niñas, unos y otros estarán protegidos contra otras enfermedades.

Si no sabes a ciencia cierta si tu servicio de inmunización sigue funcionando como de costumbre, consulta con tu prestador de servicios de salud. Dado que la situación de COVID-19 cambia todos los días, es posible que tus proveedores de atención médica ajusten su forma de brindar atención a medida que cambian las cosas. Si no puedes acudir a una clínica en la fecha en que debes vacunar a tu hijo o hija, toma nota en algún lugar para volver a intentarlo tan pronto como se reanuden los servicios.

 

¿Qué podríamos aprender de este brote? ¿Qué nos puede enseñar sobre otras enfermedades y la decisión de vacunar?

Este brote nos recuerda lo valiosas que son las vacunas. Nos muestra que cuando hay una vacuna disponible para una enfermedad, debemos mantener a nuestros hijos e hijas y a nosotros mismos al día con esa vacunación. Sin la protección de las vacunas, las enfermedades pueden propagarse rápidamente y con terribles consecuencias. Por ejemplo, el sarampión y otras enfermedades siguen representando un riesgo constante. Tenemos la suerte de contar con la protección de las vacunas contra estas enfermedades.


¿Cómo funcionan las vacunas?

Las vacunas ayudan a educar a nuestro sistema inmunológico para que luche contra las infecciones introduciendo en el cuerpo una forma inactiva de un germen (bacteria o virus). Al estar inactivado, no puede enfermarnos. Sin embargo, activa el sistema inmunológico de nuestro organismo para producir defensas llamadas anticuerpos. Entonces, si en alguna ocasión contraes el germen, el sistema inmunológico de tu cuerpo ya sabrá cómo combatirlo.

Mira la clase magistral acerca de todo lo que debes saber sobre las vacunas

 

¿Dónde puedo encontrar la orientación más reciente sobre las vacunas?

Contacta a tu prestador de servicios de salud, consulta los sitios web de las autoridades sanitarias locales y nacionales y sigue las instrucciones proporcionadas por la OMS y UNICEF.

¿Cómo puedo protegerme a mí mismo y a los demás del COVID-19?

Estas son algunas de las precauciones que tú y tu familia pueden tomar para ayudar a evitar infecciones:

  • Lavarse las manos con frecuencia, usando agua y jabón o un desinfectante para manos a base de alcohol.
     
  • Evita tocarte la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca.
     
  • Si estornudas o toses, cúbrete la boca y la nariz con la parte interna del codo o con un pañuelo desechable. Desecha inmediatamente el pañuelo usado.
     
  • Evita los lugares concurridos y el contacto cercano con las personas. Mantente a una distancia segura de cualquier persona que tenga síntomas de resfriado o gripa. Evita dar la mano, abrazar o besar a las personas. Evita compartir alimentos, cubiertos, vasos y toallas.
     
  • Limpia y desinfecta las superficies que se tocan con frecuencia, incluidos los teléfonos, las perillas de las puertas, los interruptores de luz, los controles remotos y los mostradores.
     
  • Quédate en casa si no te sientes bien, incluso si tienes un poco de fiebre y tos.
     
  • Utiliza una mascarilla si estás tosiendo o estornudando o si estás cuidando a alguien que se sospecha que tiene COVID-19. Los trabajadores de la salud deben usar mascarillas médicas.

 

Tengo un recién nacido a 1 año de edad. ¿Cómo puedo proteger a mi bebé del COVID-19?

Además de los consejos para padres y madres relacionados con el lavado de manos, el distanciamiento físico y el mantenimiento de prácticas de higiene, debes tener especial cuidado para proteger a los bebés de las infecciones. Amamanta a tu bebé en la medida de lo posible. Actualmente, no se ha comprobado que la leche materna pueda transmitir el virus, pero debes mantener la higiene y la protección respiratoria habituales (tanto durante la lactancia como en otros momentos) para evitar la transmisión por vía respiratoria. Usa toallitas antibacterianas, si las hay, para limpiar una vez al día los mostradores y las superficies donde se cambian los pañales.

Procura que las niñas y niños pequeños tengan los mismos cuidadores para reducir la cantidad de personas con las que entran en contacto. Se debe alentar a esos cuidadores a lavarse las manos con regularidad, evitar compartir objetos que se llevan a la boca, como tazas y vasos, y mantenerse alejados si se sienten enfermos.

 

¿Qué debo hacer si mi hijo o hija muestra síntomas de COVID-19? ¿Es seguro llevarlo(a) al médico?

Si tu hijo o hija tiene dolor de garganta, tos o fiebre, llama a tu médico o al servicio de salud para pedirle su opinión antes de acudir a consulta. Es posible que tengan un protocolo especial en la clínica para minimizar la propagación de la infección a otras personas. Si tu hijo o hija tiene síntomas más graves, como dificultad para respirar o parece inusualmente enfermo(a), llama al número de emergencia o llévalo al servicio de urgencias más cercano.


La mayoría de los niños y niñas con COVID-19 tienen síntomas leves o pueden no tener ningún síntoma. Pero es importante proteger a los adultos mayores y a otras personas más vulnerables a infecciones graves. Por lo tanto, mantén a tu hijo o hija en casa si crees que ha estado expuesto al COVID-19 o se ha contagiado, pero asegúrate de llamar a su médico o a un miembro del personal de la salud para recibir asesoramiento.

Al igual que con otras infecciones respiratorias como la gripa, busca atención oportuna si tú o tu hijo(a) tienen síntomas. Trata de evitar los lugares públicos (como el lugar de trabajo, las escuelas o el transporte público) y no entres en contacto con personas mayores o familiares inmunodeprimidos. Si también vives con una persona mayor, se recomienda separar las generaciones en el hogar.

 

¿Debería hacerle a mi hijo o hija la prueba de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)?

Si tu hijo o hija está sano(a) y no muestra ningún síntoma (como fiebre, tos o dificultad para respirar), no es necesario que le hagas la prueba. También asegúrate de tomar todas las medidas clave para proteger a tu familia contra el COVID-19.


Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

 

Una conversación con la profesora Julie Leask, experta en salud pública de la Universidad de Sídney.