¿Cómo apoyar a tu hijo o hija si te preocupa su peso?

Orientaciones desde la empatía y amabilidad

UNICEF
How to support your child if you are concerned about their weight
UNICEF
09 Marzo 2022

Puede ser difícil ver a tu hijo o hija luchando con su peso. Como madre o padre, quieres hacer todo lo posible para ayudar a tus hijos e hijas, especialmente cuando están estresados.

A continuación presentamos algunas formas de ayudar a tu hijo o hija si te preocupa que su peso pueda estar afectando su salud y bienestar.

Si te preocupa el peso de tu hijo o hija, considera consultar con un prestador calificado de servicios de salud, como el médico familiar o el pediatra. Ellos podrán brindarte mayor orientación sobre cómo puedes apoyar a tu hijo o hija, así como cualquier servicio que puedan necesitar y del que se podrían beneficiar.


1. Evita culpar a tu hijo o hija

Las personas jóvenes pueden aumentar de peso debido a varias razones que están fuera de su control o que no dependen de su comportamiento individual, y que a menudo obedecen a causas complejas. Los niños y niñas que luchan con su peso suelen sufrir prejuicios, estigma y acoso. Es fundamental evitar culpar a tu hijo y, en cambio, tratar de comprender los problemas estructurales que fomentan el aumento de peso. Empezar desde un punto de vista más comprensivo puede ayudarte a proporcionar a tu hijo o hija un apoyo práctico.

El peso de un niño o una niña a lo largo de su vida puede verse afectado por la interacción entre la genética, las experiencias tempranas de la vida y su entorno. Se puede anticipar que un niño o niña subirá de peso si come, juega y aprende en ambientes que fomentan bajos niveles de actividad física y un alto consumo de alimentos ricos en energía, baratos y de fácil acceso, con un alto contenido de azúcar y grasas no saludables. Además, los niños y las niñas a veces pueden practicar una alimentación poco saludable como una forma de combatir el estrés, el aburrimiento o para consolarse cuando se sienten ansiosos o tristes.


2. Aborda las conversaciones sin juzgar

Es importante que tu hija o hijo sepa que puede contar contigo y que siempre estás disponible para escuchar sus preocupaciones o inquietudes, sin juzgarlo.

No utilices lenguaje estigmatizante o hagas comentarios negativos sobre el cuerpo de las personas, incluido el tuyo. Esto puede ser perjudicial para la autoestima de tu hijo o hija y puede hacer que se sienta incómodo ante la idea de compartir sus sentimientos contigo. 

Un punto de partida sencillo es adoptar un lenguaje que dé prioridad a la persona cuando se habla de sobrepeso y obesidad. Poner a la persona por delante de la condición ayuda a humanizar a quienes enfrentan sobrepeso y obesidad, en lugar de que la condición los defina. Por ejemplo: "Persona que vive con sobrepeso” (NO una persona con sobrepeso).

Fomenta un diálogo abierto e invita a tu hijo o hija a compartir sus pensamientos y sentimientos sobre la imagen corporal, cada vez que surjan. Si tu hijo o hija hace un comentario negativo sobre su peso, trata de averiguar qué hay detrás de eso. Escucha atentamente y no descartes ni minimices sus preocupaciones. Si resulta que otro niño o niña o un adulto está acosando a tu hijo o hija, lo cual puede ocurrir tanto en línea como en persona, enfrenta la situación directamente y lo antes posible.

Fomenta la autoestima y elogia las cualidades en otras áreas que no estén relacionadas con su peso. Por ejemplo: “Estoy orgullosa de lo mucho que estudiaste para ese examen” o “Me encanta lo amable que eres con tu hermano menor”.

A girl eats a healthy lunch
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3. Manten conversaciones saludables

En un mundo digital que cambia rápidamente, es importante estar al tanto de las amenazas a la salud mental y el bienestar de los niños y niñas en lo que respecta a la confianza en sí mismos y los problemas de imagen corporal. Estas amenazas pueden ir desde publicaciones en las redes sociales que estereotipan el peso o fomentan los trastornos alimentarios, hasta el constante marketing corporativo de comida poco saludable que se dirige a niños y niñas.

Es importante que construyas un espacio seguro para mantener conversaciones sanas, ofreciendo proactivamente oportunidades para hablar con tu hijo o hija, por ejemplo sobre salud mental o sobre cómo lo que pasa en las redes sociales puede influir en su bienestar y en la imagen que tiene de sí mismo.

Prueba estos consejos para abordar con tu hijo conversaciones sobre el peso:
  • Hazle preguntas abiertas a tu hijo o hija, como por ejemplo ¿cómo te sientes? o ¿cómo van tus cosas en la escuela?, e invítale a expresar sus sentimientos.
  • Agradécele a tu hijo o hija que te confíe sus sentimientos, lo cual ayuda a crear una sensación de seguridad.
  • Reconoce que comer y mantener un peso saludable puede ser un reto, al tiempo que subrayas los beneficios de gozar de una buena salud.
  • Sé positivo y comprensivo.
Have healthy conversations
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4. Enfócate en los comportamientos saludables

A menos que lo aconseje un profesional de la salud, concéntrate en "la salud y las metas saludables” en lugar de enfocarte en la pérdida de peso. Los comportamientos de alimentación saludable y actividad física no se vuelven rutinarios de la noche a la mañana. Se necesita tiempo, esfuerzo y perseverancia de parte tuya y de tu hijo o hija para hacer cambios duraderos. Es poco probable que funcione cualquier cambio grande y repentino en la dieta y el estilo de vida de tu hijo o hija, e incluso puede ser perjudicial para su salud. Los cambios son más exitosos cuando son pequeños, incrementales e involucran a toda la familia.

Dales el mejor ejemplo que puedas. Elige alimentos integrales y nutritivos como frutas y verduras frescas, fomenta la actividad física, promueve el sueño suficiente y evita hablar negativamente sobre tu peso o el de los demás.

Independientemente de tu peso, puedes apoyar a tu hijo o hija mostrándole con tu ejemplo los hábitos saludables. Explora con tu hija o hijo los diferentes grupos de alimentos, aprendan qué nutrientes son necesarios como parte de una alimentación saludable y analicen por qué ciertos alimentos son mejores opciones que otros.

Haz todo lo posible para desalentar el consumo de bebidas y alimentos ultraprocesados ​​que tienen un alto contenido de sal, azúcar y grasas, pero evita tratar de prohibir ciertos alimentos por completo, ya que puede ser contraproducente y provocar mayores antojos. La mayoría de los bocadillos empacados y listos para consumir tienen un alto contenido de grasa, azúcar y sal, y hacen muy poco para satisfacer el hambre. En su lugar, ten disponibles bocadillos saludables que sacien el apetito, como frutas, palitos de vegetales y yogur natural. Fomenta el agua como la bebida principal de elección en lugar de las bebidas de frutas azucaradas y presta atención a qué alimentos y bebidas están disponibles en el hogar.

Disfruten juntos de las comidas

Preparen y coman juntos en familia lo más frecuentemente posible. Este es un buen momento para hablar y practicar la elección de alimentos saludables. Ofrece porciones adecuadas para niños y niñas y deja que tu hijo o hija pida más comida si todavía tiene hambre. Tener horarios fijos para las comidas y los refrigerios también ayuda a enseñarle a tu hijo o hija que hay horarios fijos para comer, en lugar de alentarlos a comer a lo largo del día.

Disfruta del movimiento

Fomenta el juego al aire libre y la actividad en familia. A partir de los 3 años, los niños y niñas deben estar activos durante al menos una hora al día, pero esto puede dividirse en periodos cortos de 15 a 20 minutos. Para las niñas y niños más pequeños, intenta practicar juegos de persecución como “la lleva” o juegos de balón. Para los niños y niñas mayores, pueden salir a caminar en familia o intentar practicar un nuevo deporte juntos. Siempre que sea posible, elijan caminar y andar en bicicleta en lugar de viajar en automóvil u otro medio de transporte. Fomenta los deportes de equipo, que pueden hacer que la actividad física sea aún más divertida mientras construyen conexiones con sus pares en la comunidad o escuela. 

Enfócate en el bienestar, no en el peso

Evita que el peso sea el único enfoque en este proceso, prestando mayor atención a los beneficios de la alimentación saludable y las conductas activas para toda la familia. Estos son los ingredientes necesarios para apoyar el crecimiento y desarrollo de tu hijo o hija hasta la edad adulta, así como para aumentar su inmunidad y bienestar emocional. De hecho, hacer los cambios correctos a nivel familiar ayudará a evitar que tu hijo o hija tenga problemas con la dieta o la alimentación en el futuro.

Recuerda

La mejor manera de apoyar la felicidad y la salud de tu hijo o hija es hacerle saber que puede contar contigo sin importar lo que pase. Comprende que esto también es difícil para ellos y ellas, pero al disfrutar de comidas saludables y participar en actividades físicas juntos como familia, puedes ayudar  a que tu hija o hijo se sienta apoyado para hacer cambios de estilo de vida positivos y saludables, más allá de la pérdida de peso.