Saneamiento
El saneamiento es esencial para la supervivencia y el desarrollo de niños y niñas
El saneamiento es algo más que los retretes. Los comportamientos, instalaciones y servicios proporcionan conjuntamente el entorno higiénico que niños y niñas necesitan para luchar contra las enfermedades y crecer sanos. Un saneamiento adecuado es esencial para la supervivencia y desarrollo de la infancia, para mejorar la educación, aumentar la productividad y fomentar la resiliencia frente a enfermedades y desastres.
Un saneamiento deficiente pone a niños y niñas en peligro de padecer enfermedades y malnutrición, lo que puede repercutir en su desarrollo general, aprendizaje y, más adelante, en oportunidades económicas. Aunque en algunas partes del mundo se ha mejorado el acceso al saneamiento, millones de niños de zonas pobres y rurales se han quedado atrás.
La falta de saneamiento puede ser un obstáculo para la prosperidad individual y el desarrollo sostenible. El derecho a la educación está en peligro cuando los niños, y especialmente las niñas, no pueden acceder a instalaciones sanitarias privadas y decentes en sus escuelas y entornos de aprendizaje.
En la edad adulta, los asalariados que tienen que faltar al trabajo debido a una enfermedad pueden sufrir dificultades financieras como consecuencia de ello. Y cuando los sistemas sanitarios se ven desbordados y los niveles de productividad se reducen, las economías se resienten.
Sin servicios básicos de saneamiento, la gente no tiene más remedio que utilizar letrinas comunales inadecuadas o practicar la defecación al aire libre, lo que supone un riesgo para la salud y los medios de subsistencia.
Incluso en las comunidades que disponen de aseos, puede que la contención de los residuos no sea adecuada. Si son difíciles de limpiar o no están diseñados o no se mantienen para contener, transportar y tratar los excrementos de forma segura, los residuos pueden entrar en contacto con las personas y el medio ambiente. Estos factores hacen que el desarrollo sostenible sea prácticamente imposible.
Defecación al aire libre
La práctica de defecar al aire libre (en campos, arbustos o junto a masas de agua) puede ser devastadora para la salud pública.
La materia fecal expuesta contamina los alimentos, el agua y el medio ambiente, y puede propagar enfermedades graves, como el cólera. Junto con malas prácticas de higiene, la exposición a materia fecal sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil, morbilidad, malnutrición y retraso en el crecimiento, y puede afectar negativamente al desarrollo cognitivo en la infancia.
Perjudicial para la salud y bienestar de la comunidad, la defecación al aire libre también puede socavar la dignidad y seguridad de las personas, especialmente de niñas y mujeres. Cuando se ven obligadas a recorrer grandes distancias para llegar a instalaciones higiénicas adecuadas, corren un mayor riesgo de sufrir actos de violencia.
La respuesta de UNICEF
UNICEF trabaja sobre el terreno en más de 100 países para proporcionar saneamiento seguro a las comunidades más vulnerables del mundo en zonas rurales y urbanas, y durante situaciones de emergencia.
Ayudamos a mejorar las condiciones higiénicas en las comunidades, lugares de trabajo y otros entornos, y colaboramos con el sector privado para innovar la tecnología de la higiene y compartir los costos para ampliar el acceso a la higiene.
Movilizamos a comunidades, creamos mercados para bienes y servicios de saneamiento y nos asociamos con los gobiernos para planificar y financiar los servicios de saneamiento.
En emergencias, UNICEF proporciona ayuda urgente a las comunidades y países amenazados por la interrupción de servicios y el riesgo de brotes de enfermedades.
También apoyamos la innovación en materia de saneamiento; la mejora de la tecnología del saneamiento; la garantía de que los aseos básicos sean asequibles, accesibles y seguros; y la búsqueda de soluciones eficaces y sostenibles para los problemas de saneamiento que perjudican a niños y niñas.
Acabar con la defecación al aire libre
Es necesario que los hogares, comunidades y gobiernos inviertan de manera constante en servicios de saneamiento para cambiar el comportamiento de la comunidad, de modo que la idea de que “todas las personas utilicen un retrete” se convierta en la nueva norma.
Muchos países no están en camino de acabar con la defecación al aire libre para 2030. El compromiso de UNICEF para hacer frente a este reto se ha plasmado en nuestro “plan de acción” para acabar con la defecación al aire libre, una estrategia que tiene por objetivo prestar asistencia a los 26 países que representan más del 90% de la defecación al aire libre en el mundo.
UNICEF apoya a los gobiernos mediante enfoques comunitarios y basados en la economía de mercado en zonas rurales y barrios marginales urbanos, donde vive la mayoría de personas que defecan al aire libre. Alentamos a las comunidades a que realicen un análisis de las pautas de defecación existentes y a utilizar recursos locales para construir aseos domésticos de bajo costo con el fin de eliminar esta práctica en última instancia.