Convención sobre los Derechos del Niño - 30 aniversario
Versión ilustrada por artistas de América Latina y el Caribe
Puntos destacados
En 1989, la comunidad internacional, a través de la Asamblea General de Naciones Unidas, contrajo un compromiso trascendental por la niñez y la adolescencia al aprobar la Convención sobre los Derechos del Niño. Este acuerdo, que fuera ratificado por el Perú el 4 de septiembre de 1990, se ha convertido en el tratado de derechos humanos más ratificado de la historia.
Un ámbito en el que persisten desafíos es en la aplicación del Artículo 19 de la Convención: “(…) asegurar la protección a los niños y las niñas contra toda forma de violencia y abuso”.
Estas formas de violencia, que incluyen el abuso y maltrato físico y mental, el abandono o el tratamiento negligente, la explotación y el abuso sexual, la sufren niñas y niños en todas las etapas de su infancia y adolescencia. La viven en diversos entornos, tales como el hogar, las escuelas, los centros de atención residencial, en las calles, en el lugar de trabajo, o -inclusive- en espacios virtuales.
Si bien hay logros relevantes a nivel nacional, existen matices importantes a nivel subnacional y local. La apropiación de la Convención muestra todavía inequidades dependiendo de factores geográficos, culturales, socioeconómicos. La apuesta por el desarrollo humano y social, que se traduce en un abanico amplio y variado de políticas públicas, necesita de un progreso robusto y veloz en todo el país, a fin de superar el desafío de comprender y aplicar la Convención en su integridad.
Los años venideros nos comprometen a trabajar para que todas las niñas y niños, por igual, ejerzan sus derechos, para que nadie se quede atrás.
