“Huimos de las maras y encontramos un país solidario”
Iris Cruz Fuentes es la mamá de Nicolás. Ella tiene 33 años, nueve de vivir en Costa Rica con su familia, donde dice sentirse muy feliz y agradecida por la solidaridad encontrada.
“El Salvador es un país muy bonito, lo amamos. Lastimosamente cuando decidimos venir a Costa Rica, estaba pasando momentos muy difíciles de delincuencia: maras, pandillas y todo lo habido y por haber. Vinimos en busca de una mejor vida…En Costa Rica encontramos un futuro. Encontramos paz, felicidad, tranquilidad. Eso es muy difícil de encontrar, pero gracias a Dios estamos en un país que nos apoyó nos ha dado la mano. Aquí estamos felices”.
Iris Cruz Fuentes vino con su esposo y su hijo mayor a Costa Rica, en el año 2013. Atrás dejó el resto de la familia y también su licenciatura en educación. Empezaron de cero y los “ticos” le tendieron la mano. Mientras su marido se dedica “al Uber”, ella a limpiar casas, cuando “le salen”, y a las manualidades.
Así, para la primera graduación del CECUDI de Flores, de niñas y niños en preescolar por medio del programa conjunto con el Ministerio de Educación, Iris hizo los arreglos o centros de mesa (ver vídeo) en señal de agradecimiento por todo lo que el CECUDI ha hecho por sus hijos.
En Costa Rica, hace 4 años nació Nicolás. Al igual que su hermano mayor, ha recibido alimentación y cuidado integral en este CECUDI, administrado por la Municipalidad de Flores, en la provincia de Heredia. Aquí también reciben a niñas y niños que cuentan con el subsidio o pago del Estado por medio del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
“Estamos recibiendo la ayuda por parte del IMAS para la Red de Cuido. Nos ha ayudado muchísimo tanto económicamente como en tiempo, en el desarrollo de nuestros hijos, en la educación…En realidad nos ayuda muchísimo, gracias al tiempo que están nuestros hijos en la guardería. Yo me dedico a las manualidades o a limpiar casas… puedo buscar la contribución para pagar la renta (alquiler de casa), que es lo más alto que tenemos que pagar”
Doña Iris considera que este CECUDI se convirtió en el segundo hogar para sus hijos.
“Aquí mi hijo mayor aprendió a leer y sumar a los 6 años. Mientras que Nicolás, que era muy tímido, ama estar en la guardería. Incluso cuando vamos de vacaciones a El Salvador extraña la comida. Aquí la alimentación y el cuidado es excelentísimo. Nicolás en la guardería come de todo. Le han enseñado a comer verduras, frutas, todo lo saludable. El personal para la educación es lo máximo. No tenemos quejas, es un personal muy competente, quiere mucho a los niños, se involucra y se preocupa en el desarrollo de ellos, para que estén bien”.
De acuerdo con Johana Ulate, la Administradora del CECUDI de Flores, el caso de Iris es solo uno entre muchos, confirma que cerca de 4 de cada 10 niños (as) que cuidan, son extranjeros o nacidos en los últimos 5 años, de madres y padres que aún tramitan el refugio o estatus migratorio que les permita mayor estabilidad.
“Muchas madres nos dicen que para ellas el subsidio para sus hijos lo es todo, porque pueden superarse, pueden trabajar, continuar sus estudios. Muchas traen sus estudios avanzados y el anhelo de ellas es poder trabajar acá. También prepararse más y ayudar a sus familiares que quedaron en el extranjero”.
En cuanto a la alimentación agrega, “que hay niños que llegan a las 6 de la mañana y se van a las 6 de la tarde. En ese lapso, reciben 5 tiempos de comida. Apenas llegan la primera merienda, luego desayuno, almuerzo, merienda y a los que se quedan más tiempo, otra merienda. En algunas casos, los niños cuando llegan no tienen que comer por las limitaciones económicas que tienen las mamitas en las casas. Por lo que la alimentación es primordial”
Johana asegura que en período de vacaciones ha visto como algunas niñas o niños adelgazan, ya sea porque se fueron a visitar el país de origen de su familia y no les gusta la comida, aceptan solo tortillas, o porque en realidad escasean los alimentos. (Ver vídeo)
En busca del copago
Para que más, niñas y niños puedan recibir el servicio de cuidado integral, al igual que Nicolás, su hermano y otros 68 mil en el país que ya lo reciben, el Estado requiere más recursos o alianzas estratégicas.
El Director de la Secretaría Técnica de la REDCUDI, Cristian Carvajal Coto, asegura que “UNICEF y la REDCUDI han sido aliados desde el inicio (2010, fecha de creación de esta red), donde incluso para la aprobación de la Ley 9220, UNICEF realizó labores de abogacía e incidencia política. En los últimos años, esta alianza se ha expandido en formación en estándares y certificaciones de calidad a los centros infantiles y ahora trabajamos de forma conjunta para buscar mecanismos que permitan que más familias reciban los servicios de la red, mediante el mecanismo de copago”.
El copago, consiste en que una empresa privada, la familia o donante financie parte de la estadía de la niñez en los centros infantiles.
A su vez la canalización de recursos económicos y de apoyo en políticas de UNICEF a la REDCUDI es posible, “gracias al apoyo que UNICEF ha recibido de empresas como Kimberly Clark. Hemos podido fortalecer los servicios de la REDCUDI tanto intramuros como extramuros”, comenta la Representante de este organismo en Costa Rica, Patricia Portela De Souza.