Escuela es sinónimo de protección
La gestión inclusiva de la reducción de riesgos de desastres y la respuesta ante las emergencias forman parte del trabajo de UNICEF Cuba
Un pueblo habitado por el eco del viento e inundado por el agua de lluvia y las lágrimas de sus habitantes amaneció el martes 27 de septiembre de 2022. Tras el paso del huracán Ian por Consolación del Sur, en Pinar del Río (la más occidental de las provincias cubanas), no hubo casa, escuela, bodega… que quedara en pie, al menos con el techo sobre sus cabezas.
La escuela primaria Simón Bolívar también tuvo el reto de renacer de los escombros, el destrozo y la intemperie. Las fotos de esos días que conserva Xiomara Álvarez Morera, quien lleva 23 años como directora del centro, estrujan el corazón.
Según fuentes de prensa oficiales en Cuba, 44 escuelas del municipio Consolación del Sur, en Pinar del Río, presentaron derrumbes totales del techo tras el paso del huracán Ian, en septiembre de 2022.
Sin embargo, Xiomara no da tiempo a sumirse en la tristeza, porque junto con las imágenes del desastre empieza una colección fotográfica de la recuperación, de las actividades, de los aprendizajes y el disfrute. Entre ellas, varias de niños y niñas aprovechando materiales aportados por UNICEF Cuba para contribuir a la recuperación socioemocional y al proceso educativo.
Para Álvarez Morera es importante que los niños y las niñas conozcan sobre los riesgos de desastres, sobre todo en una zona que posee una historia devastadora con los huracanes.
“En la medida en que estén (y estemos) preparados se evita o disminuye el impacto de ciclones, lluvias e inundaciones…, no poniendo en riesgo su vida y el bienestar social y económico”, apunta.
“Nosotros también les educamos en este sentido a través de las clases y actividades extra docentes con acciones o el conocimiento de estas. Por ejemplo, hablamos de la importancia de resguardar los medios escolares y personales; podar los árboles que afectan las líneas eléctricas; asegurar puertas, ventanas y techos; cuidar la vida de las personas en centros de evacuación; mantener a la población informada sobre la evolución del fenómeno atmosférico; realizar trabajos de concientización con las familias que se resisten ante la evacuación; ente otras medidas”, dice la directora.
Desde hace un tiempo la práctica habitual de niños, niñas y familias es limpiar la escuela un domingo alterno para garantizar que no haya acumulación de basura y que las puertas y ventanas estén seguras ante cualquier huracán.
“La relación que posee la escuela con UNICEF Cuba ha impactado a estudiantes y a todo el personal del centro, pues a través de materiales educativos y recreativos nos ha facilitado promover los derechos de la infancia, además de la formación de valores que se desarrollan en cada actividad”, señala Xiomara Álvarez.
“Tanto el kit de recreación como el juego “Mi Comunidad” sobre la reducción de riesgos amplían sus capacidades y potencialidades. Son elementos que les permiten desarrollarse en la vida como seres sociales, estimulando la comunicación verbal y gestual a través del juego y otras actividades, fortaleciendo vínculos afectivos con sus compañeros y logrando su independencia”, cuenta Xiomara.
Sobre la recuperación tras el huracán Ian en la escuela Simón Bolívar, conoció Garry Conille, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, durante su visita al centro escolar en octubre del 2023.
La directora, las maestras y estudiantes rememoraron el impacto del fenómeno hidrometeorológico más severo que haya pasado por ese territorio. Le explicaron cómo reorganizaron las rutinas escolares para que las aulas recibieran a las niñas y los niños, aunque la infraestructura estuviera parcialmente afectada.
La respuesta de UNICEF Cuba ante el impacto del huracán Ian en Pinar del Río, ha sido posible gracias a las contribuciones financieras del Gobierno de Canadá; de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, la Xunta de Galicia, los Gobiernos de Canarias, Murcia y Balerares, el Comité Español de UNICEF y del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe.
Hasta diciembre de 2023, UNICEF había movilizado 2.3 millones de dólares destinados principalmente al restablecimiento de servicio de agua potable en comunidades; la entrega de medios para almacenamiento de agua a familias e instituciones de salud; la rehabilitación de techos e infraestructura hidráulica y sanitaria de centros educativos, el fortalecimiento de la atención materno infantil, la prevención de malnutrición en embarazadas, niñas y niños menores de 2 años, en los siete municipios más afectados de Pinar del Río.
La experiencia en la recuperación luego de una situación de desastre como la provocada por un ciclón o un intenso huracán, es también fuente de aprendizaje. Bien lo sabe Xiomara y su colectivo docente, que reconocen el valor de la prevención para proteger vidas y bienes.
Para las niñas y los niños, queda la certeza de que después de la tormenta, es posible volver a sus aulas y encontrar la calma de un espacio seguro para adquirir nuevos saberes y, a la vez, jugar y reír.