Un año después, nuestra lactancia continúa
Tu lactancia es tuya y de tu bebé
Hace un año celebraba mi primera Fiesta de la Lactancia, mi bebé apenas tenía 3 meses y compartí para el blog de UNICEF México, mi historia con la lactancia.
Hoy, 1 año después, vuelvo a celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, pero con otros ojos. Me he dado cuenta de que he sido muy privilegiada en esta aventura, porque si bien tuve un arranque algo doloroso, ha sido una experiencia muy linda y con pocas complicaciones. Afortunadamente tengo un esposo con el que comparto la crianza de mi hija y el estilo que quiero llevar con ella, que además apoya mis decisiones y jamás me ha preguntado hasta cuándo seguiremos con la lactancia o hasta cuándo nuestra pequeña Valentina seguirá durmiendo con nosotros.
Tengo una familia donde predominan los hombres y nunca se me ha cuestionado dónde ni cómo amamanto a mi hija, sino todo lo contrario, celebran que lo haga y lo han normalizado al 100%.
Por otro lado, mi lugar de trabajo no solo cuenta con una sala de lactancia, sino que además he recibido todo el apoyo por parte de mis supervisores y colegas al respetar mis tiempos para extraerme la leche y la periodicidad con la que necesito hacerlo.
El pediatra de mi hija se aseguró de que ella y yo tuviéramos “la hora sagrada”, pegándome a mi bebé al pecho inmediatamente después de su nacimiento para que ella comiera y tuviéramos contacto piel con piel.
Por último, tengo una red de apoyo, un maravilloso grupo de mamás en periodo de lactancia, gracias a ellas nunca me sentí sola, nunca tuve una duda sin responder, siempre sentí ánimos por otras mamás que pasaron por algo similar y sus consejos y palabras de aliento hacen que este camino y los despertares en la madrugada sean mucho más llevaderos.
Lamentablemente sé y estoy consciente que esta no es la realidad para muchas mujeres, sobre todo en México. Si bien hemos tenido algunos avances, en nuestro país solo el 28.6% de las mamás amamanta a su bebé de manera exclusiva durante los primeros 6 meses de vida1.
Este número se reduce aún más cuando las mamás regresan a trabajar fuera de casa y, a pesar de haber una ley al respecto, en los lugares de trabajo no hay espacios dignos e higiénicos donde extraerse la leche, muchas de ellas se ven obligadas a hacerlo en un baño que no cumple con estas características.
Contar con estos apoyos, no solo beneficia a las mamás que trabajan, por ejemplo, las empresas con un programa de apoyo a la lactancia materna ahorran un promedio de 3 dólares por cada dólar que invierten2.
El reto es aún más grande cuando tu propia familia cuestiona o contradice las decisiones de una madre. Por eso yo las invito a estar informadas, a leer, a buscar sus redes de apoyo, a acercarse a colectivos como el Movimiento para Normalizar la Lactancia en México, la Liga de la Leche, Luperca, APROLAM o ACCLAM y que busquen ayuda de profesionales. Que exijan a los profesionales de la salud que prioricen la lactancia materna y en caso de necesitarlos, les den medicamentos compatibles para que puedan continuar con su lactancia.
Los beneficios de la lactancia materna son muchos, tanto para bebés como para mamás, empresas, el medio ambiente, la economía y la sociedad en general como para que no la promovamos y defendamos.
Tu lactancia es tuya y de tu bebé, nadie tiene porque ponerle fin más que ustedes dos en el momento en el que lo decidan.
1 ENSANUT 2018
2 Oficina para la Salud de la Mujer, Lactancia materna en el sector comercial, abril de 2018 https://www.womenshealth.gov/breastfeeding/breastfeeding-home-work-and-public/breastfeeding-and-going-back-work/business-case
