Jornadas de registro de nacimiento en Chiapas

Mi experiencia para garantizar el derecho de niñas y niños a una identidad

Martín G. Álvarez
Jornadas de registro de nacimiento en Chiapas
UNICEF México / Luis Kelly
07 Agosto 2019

Soy Martín Álvarez y trabajo en el área de Monitoreo y Evaluación en UNICEF México. Hasta hace unos pocos meses colaboré en el área de Protección a la Infancia.

Llegar a donde más se necesita y cerrar las brechas para que niñas, niños y sus familias puedan ejercer todos sus derechos es un objetivo que se repite siempre en los proyectos de desarrollo, sin embargo, para mí en pocas ocasiones se ha vuelto tan tangible como aquella vez en que, como parte de las iniciativas que UNICEF impulsa en México con gobiernos locales, acudí a acompañar la implementación de un proyecto de registro de nacimiento llamado Jornadas de Derecho a la Identidad, en una comunidad de Las Margaritas, Chiapas.

Estas jornadas forman parte de una estrategia integral que promueve UNICEF y que implica movilizar a las autoridades del registro civil local, pero acompañadas del sector salud, educación, bienestar y sistemas DIF, para dotar de un acta de nacimiento y otros servicios básicos a la población en las regiones del país que más lo necesitan; es decir, su fin es garantizar los derechos de niñas y niños a través de acciones gubernamentales coordinadas.

Es importante saber que, de acuerdo con el último estudio realizado por UNICEF en colaboración con  el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estima que del millón de personas que no cuentan con registro de nacimiento en México, aproximadamente el 60% son niñas, niños y adolescentes. A través de este estudio se pudo constatar que la población sin registro de nacimiento se concentra en municipios rurales, de alta marginación y mayor presencia de pueblos indígenas, por lo que es evidente en dónde se encuentran las brechas por cerrar.

Jornadas de Derecho a la Identidad
UNICEF México / Luis Kelly

La estrategia de acercamiento de cumplimiento del derecho a la identidad de niñas y niños que habitan en municipios de alta marginación social fue producto de la suma de la voluntad de autoridades locales,  quienes reconocieron la necesidad de asumir con mayor fuerza su responsabilidad gubernamental como garantes de derechos colocando a niñas y niños al centro de su actuación.

Es decir, las autoridades proactivamente buscaron la manera de superar las barreras económicas, geográficas y hasta lingüísticas para registrar y entregar actas de nacimiento a niñas y niños que, en otras circunstancias, podrían pasar en promedio hasta 4 años sin un documento que los haga visibles a los ojos del Estado.

Ésta es la historia de una de esas Jornadas de Derecho a la Identidad.

Sierra del municipio de Las Margaritas en Chiapas
UNICEF México / Luis Kelly

Generalmente a mediados de octubre en la mayor parte de México las lluvias suelen ceder paso a los vientos y el frío, sin embargo, esto no sucedió así en Santa Rita en octubre de 2017, una de las localidades en la sierra del municipio de Las Margaritas en donde se detectó que era necesario impulsar la realización de una jornada de registro de nacimiento debido a su alto porcentaje de subregistro.

Para llegar a esta comunidad desde la Ciudad de México es necesario tomar un vuelo de hora y media a Tuxtla Gutiérrez y viajar casi cuatro por carreteras sinuosas y llenas de neblina hasta Las Margaritas. Esto quiere decir que sólo llegar hasta la cabecera municipal implica cinco horas de viaje, pero eso es sólo la primera parte del trayecto.

Después, llegar a Santa Rita toma casi tres horas de camino en terracería donde es muy común escuchar emisoras de radio tanto de México como de Guatemala, perder la señal celular, quedarse sin gasolina o que se ponche una llanta.

Pero ni la lluvia, ni los atascos de las camionetas debido al mal estado de los caminos, ni la falta de electricidad o de espacios para que el personal de la Jornada pudiera pasar la noche, hicieron que autoridades federales, estatales y municipales de distintos rangos y sectores desistieran en su labor de realizar la jornada de registro. El objetivo era claro: no irse hasta que el último niño o niña tuviera su acta de nacimiento fue el compromiso explícito que motivó el trabajo durante dos extenuantes días de labores.

En esos días, durante la supervisión de la implementación de las jornadas, pude entrevistar (asistido por un traductor de tojolabal) a algunas familias mientras esperaban su turno para entregar la documentación debajo de una de las carpas que les resguardaba del sol.

 

Recuerdo particularmente dos de mis conversaciones.

La primera fue con una familia de jóvenes indígenas que tuvo que dejar de trabajar en el campo para poder acudir a la Jornada y obtener el acta de nacimiento de su hija quien ya tenía pocos meses de nacida. Para esta familia si bien acudir a la jornada significaba perder una parte de su ingreso, también significaba que su hija pudiera tener acceso a programas sociales y servicios públicos, es decir, mejores condiciones presentes y futuras de cara a un mejor desarrollo.

La segunda familia no era de Santa Rita, había venido caminando por veredas desde otra pequeña localidad a poco más de dos horas de distancia para registrar a su hijo de tres años. Su caso era un poco más complicado porque el padre no contaba con registro de nacimiento, sin embargo, previo a las jornadas se realizó un acuerdo entre las autoridades de la comunidad y del registro civil hizo que consideraba casos como éste. Gracias a esto fue posible realizar un procedimiento extraordinario y así registrar al pequeño.

Participación de Martín en la jornada de registro de nacimiento
UNICEF México / Luis Kelly

Tras ese día, fueron entregadas 351 actas de nacimiento a niñas y niños, que en algunos casos contaban hasta con 10 años de edad. Además, se prestaron más de 600 servicios que iban desde consultas médicas, vacunaciones, extracciones dentales, afiliaciones a programas sociales y hasta cortes de cabello.

Martín Álvarez platica con las familias que acudieron a las jornadas de registro de nacimiento
UNICEF México / Luis Kelly

“Después de esa jornada, el sentimiento del equipo era de satisfacción con la labor realizada, pero también de una mayor conciencia entre quienes participamos acerca de la necesidad de continuar con esta labor en otras tantas localidades del país.”

Al final del segundo día de actividades junto con los colegas de Protección Civil, del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) comenzamos a desmontar las carpas que un día antes habíamos instalado, no pude dejar de pensar que lo que acabábamos de hacer en Santa Rita, sin duda tiene mucho más sentido y es una manera de ponerle rostro humano al objetivo de “llegar a donde más se necesita y cerrar las brechas para que las personas, especialmente niñas, niños y sus familias, puedan ejercer todos sus derechos”.

Al recordar esta experiencia, emergen los rostros tanto de funcionarios públicos, como de familias y, sobre todo niñas y niños.

Una niña en Chiapas, después de recibir su acta de nacimiento
UNICEF México / Luis Kelly
Una niña en Chiapas, después de recibir su acta de nacimiento
Un niño en Chiapas, poniendo la huella digital en su acta de nacimiento
UNICEF México / Luis Kelly
Un niño en Chiapas, poniendo la huella digital en su acta de nacimiento