COVID-19 - presión económica sobre hogares con niños y niñas

El 71% de los ingresos en hogares con niñas, niños y adolescentes se redujo

Catalina Gómez, Jefa de Política Social en UNICEF México
Una familia en tiempos de pandemia en México
UNICEF México / Go Studio
09 Septiembre 2020

En julio pasado, el 71% de los ingresos en hogares con niñas, niños y adolescentes se redujo respecto a los que recibieron en febrero de este año. En contraste, en aquellas casas donde no habitan niñas o niños, sólo el 55% reportó reducción en su entrada de dinero. Esta es una de las cifras que nos ayuda a entender los muchos efectos socioeconómicos que ha tenido la pandemia de COVID-19 en México.

La encuesta de hogares ENCOVID19 Infancia, realizada por UNICEF y el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana, ayuda a confirmar que los hogares con niñas, niños y adolescentes (NNA) son uno de los grupos más vulnerables y afectados por la pandemia.

Por ejemplo, los hogares con niñas, niños y adolescentes son más numerosos pues tienen en promedio 4.9 integrantes, mientras que el resto de los hogares tiene 2.6, lo que implica mayores presiones sobre los ingresos familiares. Si encima se considera que es en hogares con hijos donde más han caído los ingresos, se crea una receta para el desastre.

La pérdida del poder adquisitivo familiar tiene múltiples consecuencias para todos los miembros de un hogar, pero afecta especialmente a la infancia y la adolescencia cuando se empiezan a reducir las inversiones que más influyen en su bienestar, como la salud, nutrición, educación y el cuidado. Las afectaciones pueden generar daños irreversibles si ocurren por largo tiempo.

Una consecuencia directa de estos menores ingresos se presenta en la seguridad alimentaria de los hogares, que hace referencia al acceso a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer los requerimientos nutricionales. La ENCOVID19 Infancia muestra que la proporción de hogares con seguridad alimentaria ha disminuido entre abril y julio.  Específicamente en los hogares con niñas y niños, esta proporción llega a 21.1%, mientras que los hogares sin niñas o niños presentan mejor proporción de seguridad alimentaria, con 33.3%.

La reducción del ingreso familiar y la pérdida de seguridad alimentaria también contribuyen a una fuerte presión dentro de los hogares. Por ello no extraña, pero si preocupa, la presencia de síntomas de ansiedad, la cual afecta severamente a 36% de los encuestados que viven en un hogar con 2 o más niñas/niños frente a 27% en hogares sin niñas o niños. Los síntomas de ansiedad también son más comunes en hogares de menores niveles socioeconómicos.

Desde UNICEF sugerimos algunas acciones que coadyuvarán a mejorar las condiciones de niñas, niños y adolescentes frente a la problemática. Se recomienda extender los programas de bienestar y asistencia alimentaria a un grupo amplio de familias, priorizando aquellos con mujeres embarazadas y niñas y niños en su primera infancia. También es de gran importancia que el gobierno continúe ofreciendo los servicios de atención psicosocial para los hogares que están sufriendo altos niveles de ansiedad que pueden derivar en casos de violencia y maltrato.

Adicionalmente se recomienda ampliar los montos de las transferencias monetarias que llegan a la población. No bastan los apoyos existentes pues, la pandemia se ha encargado de profundizar las carencias y necesidades que existían antes del COVID-19, y por ende los beneficios de los programas actuales, no son suficientes.

No es fácil encontrar soluciones a las fuertes presiones económicas sobre los hogares con niñas y niños, especialmente aquellas con menores recursos, pero justo por esto se hace fundamental reconocer que esta crisis sin precedentes requiere de acciones diferenciales y adicionales a las existentes previas a la crisis. Negar las afectaciones en los hogares más vulnerables y desconocer las presiones que enfrentan, puede perpetuar los ciclos de pobreza y desigualdad que México está intentando superar desde hace décadas; es importante señalar que, en tiempos excepcionales, se requieren también medidas que vayan acordes con las necesidades de la población más vulnerable.