Una generación entera de niños en Sudán enfrenta una catástrofe mientras la guerra entra en su segundo año

NUEVA YORK/PARÍS/SUDÁN, 15 de abril de 2024 – Un año después de que la violencia estallara en Sudán, y mientras la crisis resultante continúa profundizándose, las vidas, educación y futuro de una generación de niños sudaneses penden de un hilo.

Más allá del impacto directo de la violencia sobre los niños, la guerra en curso ha alimentado una combinación letal de desplazamiento, brotes de enfermedades y hambre. Se proyecta que casi 4 millones de niños menores de cinco años sufrirán de desnutrición aguda este año, incluyendo 730,000 que se espera sufran de desnutrición aguda severa y potencialmente mortal. Sudán ahora enfrenta una de las peores crisis educativas del mundo, con más del 90 por ciento de los 19 millones de niños en edad escolar del país sin acceso a educación formal. La continua interrupción de la educación resultará en una crisis generacional para Sudán.

“Esta guerra brutal y la posible hambruna están creando un ambiente ominoso para una pérdida catastrófica de vidas infantiles,” dijo Ted Chaiban, Director Ejecutivo Adjunto de UNICEF. “Casi la mitad de los niños que sufren de desnutrición aguda severa están en áreas de difícil acceso, donde continúan los combates, lo que hace que sus condiciones sean aún más graves. Todo esto es evitable, y podemos salvar vidas si todas las partes en el conflicto nos permiten acceder a las comunidades necesitadas y cumplir con nuestro mandato humanitario – sin politizar la ayuda.”

El hambre y la malnutrición hacen que los niños sean mucho más vulnerables a enfermedades y a la muerte. Con la cobertura de vacunación cayendo significativamente debido a los combates, cientos de miles de niños sin acceso a agua potable segura, y problemas significativos de acceso debido a la violencia, brotes de enfermedades continuos como el cólera, el sarampión, la malaria y el dengue amenazan las vidas de cientos de miles de niños. Los picos en la mortalidad, especialmente entre los niños desplazados internamente, son un presagio de una posible gran pérdida de vidas, a medida que el país entra en la temporada de escasez anual.

Asegurar un acceso predecible y sostenible a las poblaciones vulnerables es crucial para prevenir el hambre catastrófica y la hambruna. Mientras tanto, los sistemas básicos y los servicios sociales en Sudán están al borde del colapso, con trabajadores de primera línea que no han sido pagados durante un año, suministros vitales agotados y la infraestructura, incluyendo hospitales y escuelas, aún bajo ataque. El acceso de niños y familias a la salud, nutrición, agua y saneamiento pende de un hilo, lo que agrava aún más la crisis.

Las hostilidades en curso han resultado en un aumento de cinco veces en informes de graves violaciones de los derechos de los niños y niñas de 2022 a 2023, especialmente el reclutamiento y uso de niños por fuerzas armadas y grupos armados, asesinatos, mutilaciones y violencia sexual contra niños y niñas. El año 2023 vio el mayor número de graves violaciones de derechos infantiles verificadas en Sudán en más de una década. Las cifras reales probablemente sean mucho más altas que las reportadas, dado las extremas dificultades para verificar violaciones debido a problemas de acceso.

Sudán también se ha convertido en la crisis de desplazamiento infantil más grande del mundo, con más de 4 millones de niños y niñas desplazados de sus hogares desde abril de 2023, incluyendo casi 1 millón de ellos que cruzaron a países vecinos, particularmente Chad, Egipto y Sudán del Sur. Muchos refugiados y retornados están llegando a áreas que ya eran hogar de comunidades vulnerables y desatendidas, luchando con múltiples emergencias y crisis.

“La escala de las necesidades es tan impresionante que es difícil ponerla en perspectiva, pero no olvidemos que estos no son solo números,” dijo Chaiban. “Estos números representan millones de niños con nombres, historias, esperanzas y sueños. Sin embargo, sin una ampliación significativa de servicios críticos para salvar vidas, una reapertura de escuelas, y más fundamentalmente un fin a la guerra, estas esperanzas y sueños se perderán para una generación y para el futuro de Sudán.”

UNICEF está proporcionando servicios esenciales y salvadores en protección infantil, violencia de género, salud, nutrición, WASH, educación y apoyo económico a los niños y familias más vulnerables. UNICEF está pidiendo urgentemente $240 millones de dólares para los próximos 6 meses, buscando prevenir la hambruna en las 93 localidades más vulnerables en Sudán, hogar de 3.5 millones de niños menores de 5 años.

“Después de 365 días de conflicto, los niños de Sudán siguen estando en el extremo más agudo de una guerra horrorosa. Sin una acción urgente y recursos adicionales, el país corre el riesgo de una catástrofe generacional que tendrá graves implicaciones para el país, la región y más allá,” dijo Chaiban. “Si no se toman medidas inmediatas para detener la violencia, facilitar el acceso humanitario y proporcionar ayuda vital a los necesitados, es probable que una catástrofe aún peor afecte a los niños durante muchos años por venir.”